Joven, ¿qué harás con tu vida?
La Biblia, en cambio, advierte a los jóvenes de que concentrarse en metas materiales no es más que “esforzarse tras el viento” (Eclesiastés 4:4).
En realidad, pocos jóvenes se hacen ricos y famosos, y los que sí lo consiguen sufren a menudo una amarga desilusión. Un muchacho británico que fue en pos de una prestigiosa carrera académica comenta: “Es como una caja vacía: cuando miras en su interior, no hay nada”. Si bien es cierto que el empleo reporta a veces riqueza y reconocimiento, no puede satisfacer tu “necesidad espiritual” (Mateo 5:3). Además, 1 Juan 2:17 nos avisa de que “el mundo va pasando”. Aunque llegaras a triunfar en este mundo, ese triunfo duraría poco.
Por consiguiente, Eclesiastés 12:1 te da esta exhortación: “Acuérdate de tu Creador ahora que eres joven” (Versión Popular). En efecto, la mejor manera de vivir tu vida es sirviendo a Jehová Dios. Sin embargo, antes has de reunir los requisitos para ello. ¿Cómo puedes lograrlo? ¿Y qué implica una vida de servicio a Dios?