El rey israelita Acab eligió Jezabel como su esposa y ella trajo la adoración de Baal con ella. Como resultado toda la nación se sumió en la idolatría, la brujería y la inmoralidad sexual. Ella asesino a cientos de profetas de Dios y supervisó el asesinato de Nabot. Al final se cumplió la profecía, ella fue arrojada desde el palacio, pisoteada por los caballos, y su cuerpo despedazado por los perros.